La estrategia de una corporación es un plan maestro integral que establece la manera en que logrará su misión y objetivos, los que resultan de una actividad planificada.

La Comunicación Estratégica es la práctica que tiene como objetivo convertir el vínculo de las organizaciones con su entorno cultural, social y político en una relación armoniosa y positiva desde el punto de vista de sus intereses y objetivos.

Su principal tarea es gestionar integralmente la identidad de las organizaciones: para reunir y sistematizar la existencia de prestigio y credibilidad que toda organización necesita.

La Comunicación Estratégica en sus inicios su esencia era militar, pero pronto se observó que su potencial estaba subexplotado por los niveles políticos más altos de la organización.

En la actualidad la comunicación estratégica en las organizaciones ha tomado gran relevancia en la medida que permite una relación con las audiencias estratégicas, tanto internas como externas, transformándose en un factor clase de éxito para el negocio. Es decir, que las entidades ahora están siendo pensadas en forma diferente al integrar la comunicación dentro del campo estratégico y no sólo táctico.

A decir de la investigación “la Comunicación Estratégica en la Organización del Tratado del Atlántico Norte”, explica que esta comunicación no debería de ser entendida como una mera actividad difusora de mensajes, sino como el fundamento de una estrategia integral que gestione las capacidades comunicativas que permitan adaptar el diseño de la campaña a un escenario complejo y cambiante.

También expone que la Comunicación Estratégica es una colección de ideas, preferencias y métodos, que explican una actividad, ya sea diplomática, económica, de desarrollo o militar, y que le dan una finalidad, al conectarlas con el efecto deseado o el objetivo final manteniendo de este modo el necesario equilibrio entre propósito y acción.

Cabe mencionar que las relaciones públicas es la parte operativa de la Comunicación Estratégica, la que tiene como tarea definir los objetivos que las acciones que éstas persiguen, y cómo se integran en un plan más global. Entre ambas existe una sinergia, puesto que la primera necesita de las herramientas operativas de la segunda, y ésta a su vez de la planificación de la primera.

Se puede definir como estrategia al estudio exhaustivo de una acción – organización y de su entorno, así como la planificación de las acciones futuras en función de los objetivos que se ha propuesto.

Además, establece una coherencia entre los objetivos de la organización y los objetivos de comunicación y permite prever problemas futuros al instituir formas de solucionar las dificultades previstas de la entidad a través de la comunicación.

Según Argenti (2014, pág. 92), se debe desarrollar un plan coherente de comunicación en una organización, incidiendo especialmente en la relación crítica que existe entre la comunicación corporativa y la estrategia general de una entidad.

Este plan debe contemplar el pensamiento estratégico, el que se define como la forma en que se visualiza el mundo exterior en situaciones desafiantes e inciertas y la forma de aplicar un punto un conjunto de técnicas para definir y resolver problemas.

El pensamiento estratégico entonces permite identificar y localizar oportunidades para obtener una ventaja competitiva, así como evitar amenazas y riesgos en las organizaciones.

Por último, toda estrategia de comunicación debe centrarse en lo situacional y la situación es la que manda. La estrategia cambiante, moviéndose todo el tiempo, es la que da pertinencia a los modos de análisis y de acción comunicacional.

Diseñar una estrategia de comunicación exitosa es gestionar un programa de planificación que aborda problemas o situaciones reales para generar un punto de encuentro, al identificar oportunidades en un escenario.

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